domingo, 22 de marzo de 2009

Claves para un Super Cerebro

Nada es más importante para una vida de éxito y realización que unas neuronas que funcionen de manera óptima. Éstos son los sí y los no para un cerebro a toda máquina.

Por Karen Bixen

Es nuestro principal recurso. La inteligencia es la moneda de nuestro presente y futuro, y cada vez son más las personas que desean que su cerebro esté a la altura de las exigentes circunstancias cotidianas sin embargo, durante mucho tiempo el cerebro ha sido el órgano olvidado. Sólo ahora empiezan a surgir de instituciones científicas pruebas sólidas que muestran qué hacer para obtener el máximo rendimiento de nuestras neuronas. A medida que el uso de las facult6ads mentales sustituye al de la fuerza en la sociedad de la información del siglo XXI, aumenta el interés sobre cómo reforzar su funcionamiento. Los nuevos descubrimientos incluyen alteraciones de la química del cerebro mediante suplementos vitamínicos, alimentación y otros cambios en el estilo de vida. La especialidad médica que se ocupa de este tema, se llama neurociencia nutricional y sus bases son las siguientes: los alimentos adecuados o las sustancias neuroquímicas naturales que contienen, contribuyen a fortalecer las capacidades mentales, a concentrase a sintonizar mejor las habilidades sensomotoras, a mantener motivadas a las personas, a aumentar la memoria, a acelerar las reacciones, a desactivar el estrés y a prevenir el envejecimiento cerebral.
Cómo reaccionan las neuronas a la química de lo que ingerimos, es entonces la clave apara que la computadora biológica que llevamos en el cráneo tenga un procesador de avanzada.

Sustancias inteligentes

Los aminoácidos son sustancias vitales para el organismo; constituyen los ladrillos que forman las proteínas. Se encuentran en su mayoría en frutas, verduras y también en las carnes. Una vez ingeridos con los alimentos, los aminoácidos se convierten en estimulantes específicos del funcionamiento cerebral, asociados con la sensación de bienestar y con efectos antidepresivos.
Las imprescindibles vitaminas también cumplen un papel esencial. Muchas de ellas son necesarias para la síntesis de algunos neurotransmisores- las sustancias encargadas de transportar el impulso nervioso a través de las neuronas -, y otras colaboran en la digestión y en la transformación de nutrientes en energía vital.

Los carbohidratos, por su parte, son le combustible del cuerpo, los enca4rgados de encender el motor que lo pone en movimiento. Azúcares, miel, cereales, frutas y verduras son ingredientes necesarios para que el organismo y la mente se mantengan en equilibrio.

Se ha descubierto, por ejemplo, que algunos alimentos son capaces de desencadenar la producción de endorfinas, un verdadero tranquilizante natural que fabrica el organismo para aliviar el estrés. Las endorfinas son neurotransmisores que modulan la acción de la adrenalina y evitan que se produzcan niveles de gran tensión y ansiedad, y en cambio, producen una sensación de bienestar y placer. La fenilalanina, un aminoácido, es un buen amigo de las endorfinas, ya que actúa inhibiendo la acción de ciertas enzimas que las destruyen. Otro aminoácido necesario en la alimentación es la tirosina- presente en las carnes- que en el cerebro se convierte en el neurotransmisor dopamina, estimulante asociado con el buen humor. Continuando con este tipo de sustancias, es preciso mencionar al triptofano -presente en el pescado- que estimula la segregación de la serotonina: neurotransmisor de efectos antidepresivos y también del piroglutamato- que se encuentra en frutas y verduras- que mejora la atención y el ánimo.

El cerebro no puede funcionar de forma óptima si se sigue una dieta que tenga grasas malas (las de los productos envasados y las frituras, y las grasas animales saturadas son las peores).
Las vitaminas son esenciales para mejorar la función cerebral. Éstas son algunas de las más importantes para este fin:

C y ZINC: colaboran en la transformación de aminoácidos en neurotransmisores antidepresivos.
B7: es precursor del neurotransmisor acetilcolina, que aumenta la memoria.
B1: es clave en el proceso de conversión de carbohidratos en energía y tiene efectos benéficos en el sistema nervioso y el humor.
B3: mejora la memoria.
B12: estimula la síntesis de ácido ribonucleico en las neuronas.
B6: es necesaria para la síntesis de algunos neurotransmisores como la dopamina y la serotonina.
E: neutraliza los radicales libres que dañan las membranas exteriores de las neuronas y ayuda a regular los mensajes entre las células.

Chatarra igual a cerebro atontado

Pero no basta con ingerir sustancias inteligentes. También hay que cuidarse de las que podrían llamarse tontas: así como hay alimentos que dan poder a la materia gris, hay otros que la debilitan.

El cerebro no puede funcionar de forma óptima si se sigue una dieta que tenga rasas malas ( las de los productos envasados y las frituras, y las animales saturadas son las peores). Los ácidos grasos son críticos en el nivel molecular de las células cerebrales, ya que disminuyen las transformaciones claras y rápidas de los mensajes y la producción de energía que mantiene las células vivas y vitales.

Estas grasas distorsionan la configuración normal de las membranas celulares nerviosas, detienen el crecimiento de las sinapsis (los cruces de comunicaciones nerviosas) y perturban la bioquímica de los neurotransmisores, los que transmiten los mensajes.

Demasiado aceite vegetal poliinsaturado, como el de maíz (los llamados omega-6), es nocivo para las células, ya que puede provocar respuestas inflamatorias crónicas en el tejido cerebral. Estas grasas dañan los vasos sanguíneos y perjudican la circulación de sangre hacia el cerebro.

La comida rápida, las hamburguesas, todas las frituras, la mantequilla vegetal, los helados industrializados, la carne de cerdo, son alimentos prohibidos si se desea pensar, memorizar, concentrarse y vivir mejor.

Formas de alimentar tu cerebro

1- Procura que las frutas y las verduras constituyan la mayor parte de tu alimentación.
2- Si comes carne, procura que sea sin grasa.
3- Come legumbres de todo tipo, incluidos cacahuetes, preferiblemente sin salar.
4- Come frutos secos, sobre todo nueces y almendras.
5- Come pescados y mariscos.
6- Limita los alimentos procesados.
7- Toma suplementos de vitaminas y minerales.

FUENTE: http://www.suplementosnutricionales.com.uy

1 comentario:

Hardland dijo...

1. Probablemente la expresión "cómida rápida" que en cierto momento se da en el artículo no sea la más oportuna, sino que "comida basura" o "comida chatarra" sea más apropiada. Una ensalada se hace rapidísimo... y no es nada "insano".

2. Todo lo que leo en el artículo me parece bien, mas no son sino las recomendaciones naturales de siempre para que todo el organismo funcione bien. Entonces, siendo el cerebro parte del mismo, la caben las generales de la ley.